51. ELIANA
ELIANA
Él ya lo sabe.
Sabe que me gusta.
Los humanos confunden la sinceridad élfica con atrevimiento, pero nosotros simplemente decimos lo que sentimos. Reprimir emociones no es parte de nuestros talentos... ni de nuestros defectos.
Y yo, Eliana del Bosque Claro, ya se lo dije a mis padres:
El príncipe Liam será su nuevo hijo.
Y por eso estoy aquí.
La primera vez que lo vi aquella mañana en el torneo de cacería, mi pulso se descontroló.
No suelo sentir atracción por los humanos; viven tan poco, son impulsivos, frágiles y torpes con la magia.
Pero él...
Liam era distinto.
Cuando tensó su arco, su rostro se transformó.
Ya no era el príncipe diplomático, amable y cuidadoso con sus palabras en busca de un favor.
Era un cazador.
Un guerrero con un enfoque tan puro que por un momento creí estar observando a un elfo ancestral.
Y su magia...
No puedo olvidar cómo la incorporó.
Su viento acarició la flecha con una maestría que ningún humano debería poseer.
Si mi hermano no hubiera participado