Eso era lo que toda mujer quería ¿verdad?
Ser completamente desagradable para un hermano Savage. Y que el otro me llamara Preciosa porque le parecía gracioso.
Hermoso.
Magnífico.
Fabuloso.
Enumerar adjetivos sarcásticamente era la alternativa a derrumbarme en ese momento, y no iba a hacer eso en el auto de Clay.
Entonces, enumeré algunos más mientras ponía un burrito en mi mano y se alejaba de la casa.
Fue una distracción de mierda y sólo funcionó durante unos diez segundos.
Por suerte, Clay subió la música lo suficiente como para que no tuviéramos que hablar. Me comí mi burrito mientras él conducía y los otros cuatro. Teníamos tanta prisa que ni siquiera paramos a tomar un café, y enseguida me empezó a doler la cabeza.
Lo ignoré.
Clay no quería parar y no lo culpé.
El viaje se hizo eterno, pero finalmente regresamos al Lodge. Cuando lo hicimos, tenía un plan en mente. Era inestable y no tenía mucha fe en él, pero aun así era un plan.
Mi mirada se detuvo en mi auto al pasar. Se me enc