Había comida esperando en la mesa cuando llegamos a la sala de conferencias. Noté que Clay le hizo un gesto a Enzo antes de que mi Alfa la probara.
No me habría imaginado la rápida interacción antes de que Enzo me contara su pasado. Ahora sabía que Clay me confirmaba que era seguro.
—Mi compañera necesita comer antes de convertir a alguien —dijo Enzo, sin apenas molestarse en mirar a la pareja de aspecto esperanzado sentada a la mesa.
Me senté junto a la mujer y le dediqué una pequeña sonrisa. «Disculpe la espera. Cerramos nuestro vínculo anoche tarde y nos levantamos hace apenas unos minutos».
—No fue ninguna molestia—, dijo la mujer rápidamente. Era mayor que mi madre, probablemente de sesenta o setenta años. Tenía curiosidad por saber si la magia la haría parecer un poco mayor, como le pasó a mi madre. —Gracias por hacer esto por mí—.
—Por supuesto.—
—Esto es básicamente un experimento—, dijo.
La alarma brilló en los ojos de la pareja.
—No para ti —aclaró—. Para Amarillis. No estam