Ángela se queda paralizada en el umbral del baño, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. La bañera está llena de agua roja, y en ella, el cuerpo inerte de Mariana.
— ¡NOOOOO! —grita.
Sentimos un escalofrío recorrer su espalda mientras su voz resuena en la habitación. Nikolai, que está en la cocina, escucha su grito y sube corriendo las escaleras.
— ¿Ángela, estás bien? —pregunta Nikolai, llamando desde la puerta de la habitación.
Ángela no responde. Su voz se ha convertido en un sollozo incontrolable. Nikolai no espera respuesta y entra en la habitación, corriendo hacia el baño.
— ¿Ángela, qué pasa? —pregunta Nikolai, asustado.
La respuesta de Ángela es otro grito.
— ¡NOOOOO!
Nikolai empuja la puerta del baño y se detiene en seco. Su rostro se descompone al ver la escena. Mariana está sumergida en la bañera, su cuerpo pálido y sin vida. Las venas de sus muñecas están cortadas, y el agua está teñida de rojo.
— ¡Dios mío! —exclama Nikolai, cubriéndose la boca con la mano.
Ángela s