208. JUSTICIA FINAL
JOSEFINA:
Con un resoplido cargado de emociones encontradas, me erguí, decidida a cerrar este capítulo oscuro de mi vida. Miré a Amaya por última vez, mis ojos reflejando una mezcla de odio y desprecio que parecía consumirla por dentro.
—Has destruido la vida de un montón de jóvenes inocentes, sus hijos y sus familias, tal como hiciste con la mía —declaré, mi voz firme y cargada de rencor—. Pero esta vez no te saldrás con la tuya, Amaya. Pagarás el resto de tu vida en una celda oscura de una prisión recóndita. Jamás volverás a ver a Ilán; será feliz con Ivory, yo me encargaré de eso. Quisiste destruirnos por tu ambición desmedida y tus bajas pasiones, pero solo lograste destruirte a ti misma. Que Dios te perdone, Amaya —murmuré—. Porque yo no podré hacerlo jamás.
Sin mediar otras palabras, las ex reclusas tomaron a Amaya por los brazos y la obligaron a volver a su habitación. Lo que sucedió en su interior quedó envuelto en un manto de misterio, solo interrumpido por sonidos ahogados