Por la tarde estaba paseando por los alrededores de la casa, mientras Giovani estaba trabajando en su despacho, me quede parada un momento antes de llegar a la entrada de la casa, al ver aparcados dos coches en la misma puerta, enseguida entre en la casa, escuchando hablar a varios hombres
— Giovani tiene visita, creo que ha venido al que llaman segundo del jefe, más vale que no te acerques a su despacho — me dijo Felisa
Entre en la cocina, para acompañar a la mujer, pero me quedé muy inquieta, ya que necesitaba saber de qué estaban hablando, para informar a la policía.
Me acerqué muy despacio al despacho de Giovani para escucharles, pero uno de los sicarios que vigilaban la puerta se acercó a donde yo estaba, con la cara muy seria
— No puede pasar, más vale que se largue de aquí — me dijo
— Eso me lo dirá mi prometido o tu jefe, así que ya me puedes dejar pasar — le dije
— Lo siento señora, pero no puedo dejarla — me dijo
— “”NO “” eso no lo consentiré, mi prometida no irá sol