Finalmente nos lleva adentro. Los pasillos por los que caminamos, contrario a su exterior oscuro, las paredes son de color azul claro, que son definitivamente diferentes a las que vi durante mi última visita onírica y no me hacen temblar por la sensación de disgusto como la última vez.
Contemplo decir algo para romper el incómodo silencio mientras caminamos pero decido no hacerlo, pronto, entra a una habitación y lo seguimos.
—¿Alpha Casper, por favor, espera aquí?
—¿Por qué?
El hombre da un paso atrás ante la mirada molesta de Casper —Tenía la impresión de que solo Luna iba a hablar con el prisionero.
—Pensaste mal entonces. Los dos lo veremos.
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