Tomo otra rebanada de pastel y la coloco en mi plato y le paso a Javier un tenedor limpio. Comemos y comemos y comemos… bueno, Javier se comió todo mientras yo me sentaba ahí mirándolo divertida.
Alguien se aclaró la garganta por encima de nosotros y vi a Alfa Casper parado detrás de Javier.
—Son pasadas las nueve, Javi, tienes que irte a dormir
Javier abre la boca para protestar, pero Alfa Casper lo interrumpe, —No discutas conmigo Javi.
Me mira con ojos suplicantes, pero niego con la cabeza y levanto la mano en señal de rendición
—Él es el papá —le digo.
Él gime y echa la cabeza hacia atrás antes de que Alfa Casper lo levante. Alfa Casper entrecierra sus ojos hacia mí y como siempre su ceño fruncido estaba dirigido a mí.
Pongo los ojos en blanco cuando se va. Ahora que Javier se ha ido, me siento ahí pensando por un rato antes de darme cuenta de que debo verme terrible y sola.
Me levanto y me voy. Estoy subiendo las escaleras cuando alguien me agarra del brazo. Un leve hormigueo se