Mundo ficciónIniciar sesiónLa noche cayó temprano sobre el departamento de Sol, pero Damian no parecía haberse enterado.
Lloraba a ratos, inquieto, con esos sollozos roncos de bebé cansado que no encuentra postura ni ritmo. Kira intentó mecerlo, luego Sol, luego Luka lo entretuvo con un dinosaurio. Nada.
La fiebre ya había pasado, pero el cuerpo pequeño estaba sensible.
Hasta que Julian llegó.
No hizo nada extraordinario.
Solo abrió la puerta, dejó su abrigo sobre la silla y extendió los brazos.
Damian lo vio.
Y todo cambio.
El bebé soltó un quejido, levantó los brazos como si







