Parecía que estaba hablando con alguien que no le provocaba ni la más ligera de las emociones, y eso frustraba todavía más a Nick.
—¿Las tiene aquí? —casi le gruñó, pero la respuesta de la muchacha fue tan inexpresiva como las anteriores.
—Claro, señor, aquí están.
Le pasó una carpeta con seis bo