Mundo ficciónIniciar sesiónEl cuchillo brillaba bajo la luz fluorescente, pequeño pero letal. Nadia lo sostenía casualmente, como si fuera un accesorio más de su vestido elegante. Mariana mantuvo su respiración controlada, recordándose que gritar sería darle exactamente lo que quería: una reacción emocional que el Consejo interpretaría como histeria.
—Bonito cabello —dijo Nadia conversacionalmente, inclinándose sobre la mesa—. Sumaya también tenía cabello hermoso. Aunque el mío siempre fue un poco más brillante. Más saludable. Ella usaba demasiados productos.
La hoja se movió rápido. Mariana sintió el tirón antes de ver el mechón de cabello oscuro cayendo sobre la mesa entre ellas. Nadia lo recogió, examin&aacu







