Mundo ficciónIniciar sesiónEl grito de Mariana atravesó el palacio como un cuchillo. Khaled estaba en su despacho cuando lo escuchó, y algo primitivo en su pecho se activó inmediatamente. Corrió por los pasillos sin pensar, sin cuidado por protocolo o dignidad, solo siguiendo ese sonido de dolor que le heló la sangre.
Irrumpió en la habitación de Mariana para encontrar caos. El médico inclinado sobre ella, Sofía sosteniendo su mano mientras Mariana se retorcía de dolor, sudor empapando su frente. Y allí, junto a la puerta, observando con expresión de falsa preocupación, estaba Nadia con una taza vacía en sus manos.
—¿Qué pasó? —exigió Khaled, acercándose a la cama.
—Fue envene







