-Landon está esperándome en la sala, no sé que ha venido a hacer, pero creo que debemos bajar antes de que arme un alboroto.
-Ay no puede ser, era lo único que me faltaba.
-Creo que debemos subir, dijo Omar arreglando su corbata y extendiendo su mano a Marian, él subió el cierre de su vestido y le dio un suave beso en sus labios.
Ella aun se sentía apenada y decepcionada, tomó un labial lo pasó en sus labios, se puso los zapatos y juntos caminaron hacia la puerta del apartamento, antes de que Omar abriera la puerta, la abrazó suavemente.
-¿Marian que estás haciendo conmigo?, me estas volviendo loco, dijo él mirándola a los ojos.
Ella sonrió tiernamente, no lo sé Omar, yo no te saco de mi cabeza en todo el día.
-No sé que me está sucediendo contigo, pero nunca había sentido esto que siento por ti, tu también me estas volviendo loca, te lo juro.
Él sin soltarle de la mano subió al elevador, ya ambos sabían que tenían que decir, Marian con un bolso ejecutivo entró a la recepción.
-¿María, algún mensaje.
-No señora, ninguno, solo que su esposo está esperándola.
-No te ha dicho Naty que estábamos en una reunión, me imagino que se lo has dicho a Landon para no preocuparlo.
-No, no, quien ha hablado con él es Naty, ya sabes, soy nueva y las dos conocemos al señor.
-Sí, ya veo, respondió Marian bastante seria.
-Hola señor Vitale, como está, dijo María tratando de sonar un poco sexi.
-Bien María, bien, respondió Omar sin siquiera mirarla.
-¿Naty, el señor Drope me ha venido a buscar a mi o a su esposa?
-Señor, ha preguntado por ambos y no me ha dicho con quien quiere él reunirse.
-Bien, llévalo a la sala de juntas, ahí lo atenderemos, a no ser señora que quiera recibirlo en su oficina, dijo Omar sintiéndose un poco celoso.
-No, no, como usted diga señor Vitale, para mí está bien.
-María, llévanos tres café por favor, dijo Omar sin quitar la vista de Marian.
-Como usted diga señor, dijo la secretaria sonriendo estúpidamente tratando de ser un poco coqueta con aquel hombre que ni la volteaba a mirar.
Omar y Marian caminaron hacia la sala de juntas mientras que Naty iba a llamar a Landon.
Al entrar el hombre en la sala de juntas, estaban Omar y Marian hablando de la supuesta reunión que habían tenido en la mañana.
-Es importante el proyecto, esos de los cruceros a sur América, lo que no sé es si tu marido estará de acuerdo en que viajes conmigo, dijo Omar mirando de reojo que Landon estaba recostado a la puerta y que escuchaba perfectamente todo lo que decían.
-Hola, hola, como están, como está mi hermosa esposita, veo que trabajan mucho.
Marian no contestó absolutamente nada, ya no le importaba lo que su flamante marido pensara.
Landon se acercó para darle un beso, como le gustaba aparentar que eran la pareja perfecta, tenía que dejar esa impresión delante de Omar, sin embargo Marian volteó su rostro sin permitirle que la besara.
-Señor Drope, en esta empresa hay una regla, se prohíben las escenas amorosas, independientemente que sean ustedes esposos, lo he hablado con Marian, espero y no le incomode.
-No, no para nada, no se preocupe, no entendía porque mi esposa no me respondía los besos que deseaba darle, pero ahora todo tiene sentido, no se preocupe que le respetaré sus reglas, es su empresa, dijo Landon sin más.
-Veo que usted es una persona muy educada y eso habla bien de usted, dijo Omar haciendo precisamente lo que a Landon le gustaba, que lo enaltecieran.
-Ya ves Marian, tu jefe es un hombre bastante inteligente, que conoce a las personas con pequeñas cosas, nos llevaremos bien.
La chica solamente movió su cabeza con un gesto de afirmación.
-Qué pena pero he escuchado sin querer que tiene pensado llevar cruceros a Sur América, lastima, no puedo ir por allá, hace algún tiempo que tuve un pequeño inconveniente y decidí que no volvería, dijo Landon recordando lo que había hecho con los cruceros de los padres de Omar, además el hombre no entraría a Colombia, sabiendo que lo podían relacionar con el cargamento que pensaba transportar como hacía años lo había hecho en la misma compañía cuando Omar apenas era un adolescente.
-Sí señor Drope, ha escuchado usted bien, queremos hacer un proyecto por allá, es por eso que le he dicho a su esposa que debe de terminar la carrera de Arquitectura, porque deseo que sea ella quien se encargue del la construcción de la base en algún país de América del sur.
Esto hizo que Landon no pudiese contener la alegría, con una base de cruceros en el sur, sería más fácil transportar la mercancía a Europa y si su esposa era quien realizaba el proyecto de construcción de la base, mejor aun porque tendría la oportunidad de pedir ciertos requisitos que para él serían excepcionales.
-Pues no se diga mas, mañana mismo mi esposa comenzará y en cuatro meses concluirá la carrera de arquitectura, como que me llamo Landon Drope, yo sé que ella es muy inteligente y sabe lo que le conviene, dijo Landon a modo de amenaza.
-Ahora señor Drope, su esposa tendrá que viajar conmigo a América del sur, por supuesto que es un asunto laboral, no sé si usted tiene algún problema al respecto, creo que ese sería el principio de nuestra relación laboral, ya que con una secretaria tan competente como la señorita María, no habrá problema en que esta señora viaje, María se hará cargo de la oficina de su esposa sin ningún problema, , dijo Omar quien se moría por estar lejos de Landon y a solas con Marian, así que señor Drope, todo va a depender de usted.
Esas últimas palabras de Omar, hicieron que Landon casi saltara de alegría, María estaría informándolo desde la empresa y Marian desde América del Sur, no podían salir las cosas con mayor perfección, pero Marian con Omar tan lejos de su vista no era algo que le gustaba en absoluto.
Omar al observar el rostro de Landon se dio cuenta de que algo andaba mal.
-Señor Drope, no se preocupe que mi novia es de Argentina, así que ella llevará a su esposa de compras, ya sabe como son las mujeres, les encanta gastar a manos llenas, así que mientras no esté trabajando, yo estaré en algún bar y ellas de compras.