Capítulo 55: Mensaje

La llamada al restaurante fue un acto de desesperación. Marcó el número sin pensarlo demasiado. Respondió Ramírez, su gerente, que de inmediato notó algo distinto en su voz.

—Necesito el número personal de Ava Mitchell —ordenó Logan, seco, sin rodeos.

El hombre titubeó.

—Señor… ¿pasa algo? Ella… ella es una buena empleada, no ha causado ningún problema.

—No te pedí detalles de su currículum, Ramírez. Solo el número. —Su tono no admitía réplica.

El gerente dudó apenas un segundo más antes de dárselo. Sabía que negarse sería un suicidio laboral.

Logan colgó sin despedirse. El teléfono pesaba en su mano como una sentencia.

Durante horas, no se atrevió a escribir. Tenía las palabras en la punta de los dedos, pero no encontraba el equilibrio entre el rencor y el temblor que le provocaba pensar en ella.

Había pasado seis años evitando su nombre, su recuerdo, su voz… y ahora la tenía a un mensaje de distancia.

Aunque ya se habían visto en dos ocasiones, las dos veces no