Capítulo 30: Herida abierta
Mis labios se entreabren, pero ninguna palabra logra salir. Siento las miradas de todos clavadas en mí. El corazón me late tan fuerte que temo que hasta se escuche encima de las voces en este lugar. Logan me observa, no parece afectado, al contrario, esa indiferencia suya me arranca la piel como un cuchillo invisible.
No sé por qué, quiero negarlo y aclararlo, como si necesitara gritar que entre Colín y yo no hay nada y nunca lo hubo, que jamás existió una relación más allá de la amistad. Me siento atrapada, como un animal enjaulado. Mis manos tiemblan, mi respiración se corta, irregular, como si hubiera corrido kilómetros.
Y en medio de todo, una sola pregunta me consume:
¿Por qué dijo eso frente a estas personas?
La mentira me alcanza de lleno, me golpea como una ola violenta. El pasado, y aquella voz frívola que un día me advirtió que Derek no tendría futuro si yo no obedecía, me arrastran de nuevo a lo peor de mí.
No, no vayas ahí, Ava.
No puedes desme