Capítulo 5. El enfrentamiento entre Olivia y Cássio
Entraba la madrugada en la hacienda Dos Fuegos cuando Cássio no pudo soportar más aquella necesidad de saber de ella. Dejó la torre de papeles por revisar bajo la luz de las velas y fue hasta su recámara.
En ese momento, Matilda salía con toallas sucias y la frente perlada en sudor.
— ¿Cómo sigue? — preguntó en tono oscuro, intentando esconder esa preocupación que de pronto su nueva esposa le generaba.
Matilda se mostró sorprendida al verlo allí, pues era un hombre que aprovechaba el silencio de la madrugada para trabajar en asuntos importantes de la hacienda. No le gustaba ser perturbado por nada.
— Mejor, está dormida. No creo que sea prudente despertarla.
Cássio asintió.
— ¿Hará falta llamar al médico del pueblo? — quiso saber, pero Matilda negó.
— No fue tan grave como parecía. Ya sabes que la sangre puede ser un poco escandalosa.
Cássio asintió con un leve movimiento de cabeza, y sin poder evitarlo, su mirada se deslizó al interior de la habitación.
Entonces la vio.
Estaba dormida