Lucian
La rabia ardía en mis venas como un fuego incontrolable. La cabaña que había sido nuestra última pista estaba vacía, como un hueso despojado de carne. Cada rincón de este maldito bosque parecía estar en mi contra, y la sensación de traición se filtraba en cada respiro que tomaba. No los encontraba. No podía. Y lo peor de todo, no entendía cómo.
El maldito hechicero que había enviado para rastrear su rastro, el que estaba tan seguro de que podría encontrarla... había fracasado. No solo había fracasado. Había desaparecido como si nunca hubiera existido. Eso me retorcía las entrañas. Algo no estaba bien. Algo estaba mucho más allá de lo que mis ojos podían ver.
Había tenido mi venganza sobre la manada de Damon, pero esto... esto era diferente. El hecho de que Cassie me hubiera dejado atrás me cortaba más profundamente que cualquier herida física. Ella, que había sido mi prisionera, mi aliada... la mujer que había llegado a pertenecerme.
¿Y ahora? Ahora me traicionaba, como si nunc