El silencio tras la confesión de mi padre era ensordecedor. Mi corazón latía desbocado, y mis pensamientos eran un torbellino de confusión y dolor.
Lo que Eirik sabía pero su madre no le había permitido decirme, era lo mismo que mi padre me había dicho ¿o estoy confundiendo las historias de la madre de Eirik y la mía?
— ¿La verdad no tiene el sabor que pensabas, Lyra?
La mirada y la risa de lado de mi padre le daba un aire de crueldad que no lograba entender. ¿Por qué deseaba herirme? Yo solo quería entender, ella era mi madre y habían muchos recuerdos cortados en mi memoria sobre ella.
— Deja de hacer preguntas, y haz algo provechoso Lyra … Como ocuparte de tu prometido.
— ¿Qué? – mi sorpresa fue grande.
Mi padre ni siquiera estaba molesto porque Alden entró en mi tienda con intenciones de obligarme a estar con él. Él parecía aprobarlo.
— Mamá… ¿qué está pasando?... Esto no puede ser verdad.
Mi