El Juicio de la Fe
El alba se filtraba pálida sobre la aldea, desplegando un manto de niebla que apenas permitía distinguir las siluetas de los lobos y los aldeanos reunidos alrededor de la Plaza del Anciano.Había pasado poco más de un día desde el cierre del Primer Sello, pero en ese corto espacio de tiempo la tensión ya se palpaba con una intensidad distinta.Mientras unos celebraban la victoria momentánea, otros vibraban con la urgencia de la siguiente prueba: el Juicio de la Fe.Eirik se erguía sobre una pequeña elevación de tierra, la luz del sol naciente iluminando su rostro surcado por arrugas de sacrificio. Su voz, firme y profunda, resonó en el silencio expectante:—Hijos del bosque y guerreros de la verdad: hemos cumplido con la Sangre. Ahora el destino nos exige un acto aún más delicado: demostrar que nuestras almas no se quiebran ante la duda. El Segundo Sello, el de la Fe, aguarda tras el Laberinto de los Susurros. Allí, c