C89-¿COMO DECIR TE AMO?
Poco después, Eros tomó el teléfono sin soltar a Lucy de la cintura.
—Pierre, trae ropa para mi mujer.— Colgó antes de que el asistente pudiera responder.
Lucy enterró la cara en sus manos.
—¡Dios santo, Eros! ¿Cómo voy a salir ahora? Seguro se van a dar cuenta de que tú y yo… que tú y yo…
Él se carcajeó y la atrajo contra su pecho.
—No dirán nada, a menos que quieran ser despedidos. No voy a tolerar chismes sobre mi mujer.— La besó en la frente y luego tomó una toalla pequeña para secarle el cabello húmedo.
Porque sí, Eros tenía una habitación completa en su oficina.
Lucy dejó que la mimara. La verdad era que le gustaba, aunque todavía sentía ese calor en las mejillas por lo que le había confesado.
—Eros…— murmuró, girándose hacia él—. Lo que dije… es verdad. No fue solo por el momento. Yo…
Él la calló con un beso suave.
—No tienes que explicarme, conejita… Además, me acabas de dar mil años de vida con esa confesión.
Ella sonrió y le acarició la cara.
—Sé que