C19- ¿CURIOSA, EH CONEJITO?
El césped crujía bajo los tacones de Lucy. La fiesta seguía dentro, pero afuera... todo era más real.
Eros caminaba a su lado con las manos en los bolsillos, pero la miraba de reojo cada cierto tiempo. Y en su opinión, estaba preciosa, con sus labios brillantes, mejillas sonrojadas y mirada filosa.
Pero Lucy se detuvo de golpe.
—¿De verdad tuviste una relación con ella?
Las palabras de Valentina no salían de su cabeza, y tampoco la imagen de ella entre las sábanas de Eros. La sola idea hacía que sus uñas se clavaran en sus palmas; deseaba poder rasgarle la piel a la perra y sacarse la rabia.
Eros giró la cabeza, tranquilo.
—Una historia aburrida —dijo sin esfuerzo—. No me interesan las repeticiones.
Ella soltó una risa seca y dio un paso hacia él de forma amenazante, algo que no habría hecho si no estuviera achispada por el vino.
—¿Aún piensas en ella? ¿O lo dices para molestarme?
Eros cortó la poca distancia que quedaba y su sombra la cubrió entera.
—No, Lu