C127- QUIERO VER A MI MUJER.

Camille bajó las escaleras directo al comedor. El olor a comida caliente flotaba en el aire, pero su estómago no rugía; su cuerpo sí.

Estaba agotada.

Al llegar, vio la mesa principal ya servida. Klaus se encontraba sentado en la cabecera y a su derecha estaba Evana, sonriente como siempre.

Pero lo que la detuvo fue la chica al otro extremo.

Rubia, ojos azules grandes, con la piel clara y una energía que desentonaba con el ambiente. Vestía como si cada prenda hubiera sido elegida con cariño. Tendría casi su misma edad, quizá un año menor.

Apenas la vio, la chica se levantó, como si no pudiera creer lo que veía. Se llevó una mano al pecho y dio un par de pasos apresurados.

—¿Es ella, mamá?

—Sí, mi amor —Evana sonrió con los ojos—. Ella es tu prima.

La chica se detuvo justo frente a Camille, emocionada, y le tomó las manos con fuerza, sin aviso.

—¡Wow! Eres más bonita de lo que mamá te describió… —sus ojos brillaban—. Yo soy Analisse. Tu prima. ¡Esto