Mundo ficciónIniciar sesiónEl frío de Moscú golpeó a Tamara como pared física en el momento en que salieron del avión. Menos quince grados Celsius, había dicho el capitán, pero se sentía más brutal que eso. El viento cortaba a través de su abrigo como si fuera papel.
—Bienvenidos a Rusia —murmuró Ethan, sus ojos ya escaneando el aeropuerto Sheremetyevo mientras caminaban por el puente de embarque.
El aeropuerto era moderno, eficiente, lleno de viajeros que parecían inmunes al clima que acababa de congelar a Tamara hasta los huesos. Letreros en cirílico que ella no podía leer, anuncios en ruso que sonaban ásperos y hermosos simultáneamente.
Pasaron por inmigración sin incidentes. Los oficiales apenas miraron sus pasaportes, sellando y devolviendo con eficiencia aburrida. Tamara no sabía si sentirse aliviada o más nerviosa. ¿Era normal? &iqu







