Capítulo cuarenta y tres
Rota por dentro
*Cassandra Reid*
Subo a toda prisa por las escaleras y doy un sonoro portazo antes de deslizar mi espalda contra la puerta, en tanto las lágrimas salen sin control.
¿Qué esperaba? ¿Un «te quiero» de vuelta y hacer el amor hasta el amanecer?
Emito una carcajada en medio del llanto.
Sí, eso es exactamente lo que quería y fui una ilusa al siquiera pensarlo. No debí decirle, aún no era tiempo. O tal vez... debí haberlo dicho mucho antes.
No es el hecho de no amarme —porque estoy segura de que tiene sentimientos hacia mí—, es su negativa a abrirse y aceptarlo. Y duele, de igual forma me duele. Es como si un terremoto hubiese pasado por mi cuerpo, abriendo grietas en mi piel hasta llegar a cada órgano. Rota por dentro sería una buena definición.&n