Capítulo 13 — Lo que duele más.
POV Gisel Donovan.
No dormía. No comía. Apenas respiraba sin que su nombre se me clavara en la garganta como un cuchillo oxidado. Aleksei. El hombre que me había secuestrado, que me había drogado, que me había follado hasta hacerme olvidar quién era. Y lo peor de todo es que una parte de mí quería volver a él. Quería volver a sentirlo dentro, quería volver a odiarlo mientras me corría. Me despertaba sudando, con su olor todavía en la piel y su semen todavía en la memoria, y me odiaba por desearlo.
Mamá había sido clara el primer día: «Te quedas aquí hasta que puedas correr sin cojear». Papá se quedó conmigo. El resto salió a cazar a Volkov. Ángela, Bruno, Emma y Sofía se fueron al amanecer con veinte Flores y no volvieron en doce días. Doce días encerrada en esta habitación de lujo con vistas al mar, sin poder entrenar, sin poder disparar, sin poder hacer nada más que recordar cada segundo de aquella noche en el garaje. Recordar cómo me abrió las piernas, cómo me penetró sin aviso, có