Acabó la cena aún era un poco temprano, pidieron un postre y otra botella de champagne, Clara ya estaba un poco más feliz que de costumbre, solo faltaba que hiciera algún comentario acerca de Omar y ahí sí que se metería en problemas.
La mesera puso algo de música a petición de Hernán.
-¿Clara, tu bailas, dime que si? Tengo tanto de no bailar que no te puedes negar a hacerlo conmigo.
-Por supuesto que sí, pero hazme una propuesta como se debe.
-Señorita Stuart, aceptaría bailar con este pobre hombre que tiene mucho tiempo de no tocar una pista de baile, sería tan amable bella dama de concederme esta canción?
Aquella propuesta de Hernán hizo que todos excepto la mesera rieran bastante fuerte.
-¿Usted baila Emma?
Emma sin pensarlo mucho, ya que la copa de champagne que había tomado le había hecho algo de efecto contestó, si Noah, me encanta bailar.
-¿Y será que puede bailar conmigo la última noche de soltera, no soy bueno bailando,