¿Bailas conmigo?

Acabó la cena aún era un poco temprano, pidieron un postre y otra botella de champagne, Clara ya estaba un poco más feliz que de costumbre, solo faltaba que hiciera algún comentario acerca de Omar y ahí sí que se metería en problemas.

La mesera puso algo de música a petición de Hernán.

-¿Clara, tu bailas, dime que si? Tengo tanto de no bailar que no te puedes negar a hacerlo conmigo.

-Por supuesto que sí, pero hazme una propuesta como se debe.

-Señorita Stuart, aceptaría bailar con este pobre hombre que tiene mucho tiempo de no tocar una pista de baile, sería tan amable bella dama de concederme esta canción?

Aquella propuesta de Hernán hizo que todos excepto la mesera rieran bastante fuerte.

-¿Usted baila Emma?                                                       

Emma sin pensarlo mucho, ya que la copa de champagne que había tomado le había hecho algo de efecto contestó, si Noah, me encanta bailar.

-¿Y será que puede bailar conmigo la última noche de soltera, no soy bueno bailando, pero que dice?

-Claro, dijo Emma poniéndose de pie.

Al sentir el contacto de la mano de Noah en la suya, un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

El hombre la tomó por la cintura y la atrajo a él, ella puso sus manos sobre sus hombros y comenzaron a bailar al son de Norah Jones “i don't know why”, la mesera intentó cambiar el ritmo, jamás imaginó que Noah bailaría y mucho menos que él le pidiera una mujer que aceptara bailar con él, en el momento en que la mesera iba a cambiar todo, Hernán con una mirada se lo impidió, a lo que a ella no le quedó más que dejar que la canción terminara.

Ya la música había parado, pero ahí seguían Noah y Emma, como si siguieran bailando, ella recostada en su pecho y él abrazándola por la espalda.

Con un sonido desde su garganta, Hernán los hizo volver a la realidad, Noah tomó la mano de Emma y la condujo a la mesa, movió su silla para que ella tomara asiento.

-Gracias, dijo Noah, tenía mucho sin bailar, sabes Norah Jones es la mejor cantante para mi gusto, me desestresa el jazz y el blues, cuando llego cansado a casa, es lo que escucho.

-Esa canción en especifico, es mi favorita, igual, es lo que escucho cuando voy en el auto.

-Me siento un poco mareada ya, creo que deberíamos irnos a casa Emma, dijo Clara al ver como su jefe miraba a su amiga, ella sabía que a Emma le llamaba la atención Noah, pero comenzó a preocuparse cuando se dio cuenta al verlos bailar que a él no le era indiferente ella.

-Sí, mañana debo levantarme temprano, es mi día, dijo Emma con una sonrisa genuina.

-Claro, tu boda, respondió Noah.

Al salir al estacionamiento, Ernesto llamó a Emma.

-¿Dónde estás amor, no crees que es un poco tarde para estar fuera de casa, mi novia debería de estar descansando en este momento, espero y vayas a casa lo antes posible, por favor?

-Hola, sí, estoy yendo a casa, no te preocupes.

Sin decir absolutamente nada mas Ernesto colgó, Emma ingenuamente se sentía culpable, ya que ella estaba cenando con un hombre con el que había tenido un sueño erótico y le producía muchos sentimientos. Por las palabras de Ernesto, Emma estaba segura de que él le había dejado una sorpresa en su casa, por la manera en que le habló, seguramente le había molestado que ella no estuviera cuando él fue y que toda la historia de que trabajaría hasta tarde con Noah, había sido un engaño para sorprenderla.

-Maldita sea, mi auto tiene una llanta ponchada.

-Ay no puede ser, debo llegar a casa pronto, dijo Emma preocupada.

-¿Pasa algo?

-No, solo que debo llegar pronto, respondió ella a Noah.

-Vamos, te llevo Emma.

-No, no dejaré a mi amiga acá sola mientras que llega la ayuda de la concesionaria.

-No te preocupes Emma, que mi hermano te lleve, yo me quedaré con Clara acá hasta que llegue el mecánico del concesionario, eso pasa por tener autos nuevos, dijo Hernán riendo.

De verdad. No te preocupes, yo la cuidaré bien.

-Vamos, te ves un poco preocupada.

-Amiga, está bien, ve tranquila, Hernán se quedará conmigo mientras tanto.

Noah abrió la puerta del lado del pasajero, Emma subió, él puso algo de música.

-¿Emma, que se siente estar tan cerca de dar el sí, no te sientes algo nerviosa?

-Hoy ha sido un día de sentimientos encontrados, algunas veces dudo, no porque no ame a mi prometido, sino porque hay muchas situaciones externas que me hacen pensarlo dos veces, pero ya es mañana así que aquí voy en el auto de mi jefe en mi última noche de soltera.

-Soy sincero contigo, si no fuera por eso de que amas a tu prometido, te juro que te raptaría hoy para que no llegues a la iglesia, de verdad Emma, te lo juro, eres una mujer increíblemente hermosa, inteligente y agradable, aparte cuando muerdes tu labio, dijo Noah sonriendo de medio lado haciéndolo ver más sexi.

-Gracias por eso, pero no es muy buena idea que me rapte, imagínese los titulares de mañana.

“Mujer es secuestrada por su jefe, evitando que realice su matrimonio, Connor Medical pierde a su mejor doctora”, no sería bueno para ninguno de los dos jefe, dijo ella haciéndolo reír.

-Todo valdría la pena, dijo él mientras estacionaba su auto frente a la casa que Emma le indicaba.

-Gracias, dijo ella extendiéndole la mano.

-Siempre, respondió el besando su mano.

-Buenas noches señor Connor, que descanse.

-Nos vemos Emma, dijo rumbo al Olive a recoger a su hermano.

Mientras que en el estacionamiento del Olive, Clara presionaba un botón que hacía que la llanta de su auto se inflara nuevamente.

-¿Qué haces Clara?

-Nada Hernán, solo que no iba a dejar que mi amiga pasara su última noche de soltera al lado de su amiga que se ha hecho la ebria toda la noche con tal de que mi jefe le dijera que la llevaba a su casa, todo ha salido de maravilla, más bien dile al señor Connor que te llevo a tu casa.

Riendo como un loco de manera escandalosa, Hernán miró a Clara.

-Por Dios mujer, eres muy inteligente, te he creído toda la noche, es más, Noah viene por mí, para yo llevarte a tu casa, imaginando que estás ebria.

Y si, noté que hay química entre ellos, pero mi hermano ha llegado muy tarde, ella se casará mañana.

-Ay sí, no sabes cuánto lo siento, Ernestonto no la merece, es un imbécil bueno para nada.

-¿Ernestonto?

-Sí, el prometido de Emma, le digo así porque no sirve para nada, es más, creo que la engaña, te digo creo porque no he visto nada aun.

-¿Llegó el mecánico? Preguntó Noah.

-Sí, llegó hace poco, respondió Hernán, Clara quiso llevarme a casa, pero le dije que vendrías por mí.

La noche de Noah fue un poco diferente a las otras, se sentó con su hermano al lado de la piscina con una botella de Whisky, recordaban a su padre, hablaban de negocios.

-¿Noah, esa chica te trae loco verdad?, nunca te había visto así hermano, es muy bella y agradable.

-Sí, pero se casará mañana, te juro que lamento no haberla conocido antes, creo que es la mujer de mi vida, te lo juro Her, es perfecta.

-Nunca te había visto así, viste la expresión de Cintia, quería matar a Emma, si no fue porqué la llamé aparte y le dije que si hacía algo me las pagaría, habría tirado toda la cena sobre la pobre chica.

-No sé qué hacer con esa mujer, de verdad que meterme con ella ha sido lo más estúpido que he podido hacer, cuando la conocí te juro que pensé que era diferente, es verdad, su familia no tiene dinero, pero son buenas personas, de hecho los hermanos de Cintia trabajan para mí, lo que  jamás imaginé es que ella fuera así de loca, quedar embarazada de otro hombre para decir que yo era el padre, no, eso no lo hace una persona normal.

Sabes, no la he despedido, porque sinceramente me da pena, ella se casó con un tipo que la golpeaba, tengo entendido que lo dejó y que ahora solamente ella mantiene a su hijo, cada vez que voy con alguien a ese lugar, pasa algo y si hoy hubiese hecho alguna cosa a Emma, te juro que ahí mismo la habría despedido, estoy cansado de que las personas quieran abusar de mi y acercarse a mí por mi dinero.

He pensado en dejar a Omar a cargo de todo esto y tomar unas vacaciones. ¿Sabes desde cuando no tomo un tiempo para mí? Hermano, desde que fui a visitarte a África hace tres años, solamente me he hecho cargo de problemas, de empresas, por cierto salí cuando Cintia me dijo que estaba embarazada.

-Estás loco, como lo haces, deberías ir a alguna playa paradisiaca, no sé, algo donde puedas surfear, pescar, tener algo de paz.

En casa de Emma, todo como siempre, no había tal sorpresa, se metió a la ducha, durante treinta minutos bajo el agua caliente y durmió placenteramente gracias al champagne.

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