No me quiero apartar de Olivia los nervios me están matando, el medico no llega y mi querida hermana aún debe estar montando a mi cuñado, esa imagen que vi cuando entre en su habitación me acompañara por el resto de mi vida y no como algo bueno.
Veo el reloj en la mesita de noche y solo han pasado cinco minutos desde que llame al hospital de la manada, la marca que le hice a Olivia no deja de sangrar lo que siempre escucho que dicen es que le pasemos la lengua para ayudarlas a sanar más rápido y también para prolongar el placer en el acto de la unión, solo que por más que le pase la lengua no deja de sangrar y me duele escuchar los suaves quejidos que salen de su boca.
—demonios—me siento culpable.
—no debí dejarle el control a Azai, no debí Oli—le susurro—debes mejorarte.
La desesperación me tiene al borde, no sé qué hacer solo me limito abrazarla, veo como la almohada y la sabana tiene machas de sangre, pienso en lo que me explico Lyam en la enfermedad que Olivia tiene que no pue