Narra Bela
—Líder, el beta Motka está afuera con sus hijos.
No me olvido de mis hijos, pero ellos lo aman y quien soy yo para privarlos de ese placer de estar con él.
—Todo está excelente te felicito, mañana continuamos —lo señalo con el dedo índice—debemos hablar de mi propuesta, por ahora voy a ver a mis hijos.
Quiero decir que también a Motka, peor eso me lo guardo.
Lo veo tan guapo y comestible, con los bebés en los brazos, tiene el ceño fruncido.
—Hola—saludo.
—Toma, agarra uno—hago lo que pide—Ella se está portando mal, es más fácil lidiar con los guerreros.
Me muerdo el labio, ella es caprichosa con él.
—Están pequeños y quiero creer que son bebés normales.
—Jum, de normales nada, si una mujer se me acerca no tiene por qué armar un escándalo para llamar mi atención, son guerreras—la sangre me hierve, no me agradan las mujeres cerca de él—debemos instalarnos en un lugar permanente donde tenga espacio, propongo mi casa, te recuerdo que tengo trabajo y no puedo seguir a aquí o g