-Como quieras, solo necesito que me ayudes, Sofía y Gustavo, habían tenido algunos encuentros sexuales a través de los años como pago de favores el uno al otro, la relación era realmente asquerosa entre este par de ratas; Sofía odiaba a Cloe y Gustavo no la perdonaba por haberlo rechazado en más de una ocasión y que por culpa de Cloe, él se había visto en problemas.

-Sofía apenas y podía mantener el volante en la dirección correcta, estaba realmente nerviosa por el encuentro con Sebástian, no sabía que podía decirle, no tenía idea de cuánto sabía él o de cuanto habían hablado Manuela y Tamara, era seguro de que si habían hablado con Sebástian la habrían culpado de absolutamente todo.

Con un auto siguiéndola, Sofía entró al estacionamiento de la empresa, seguida por los dos guardaespaldas que la seguían las veinticuatro horas, cuando se veía con Gustavo, ella los despachaba, pero ellos únicamente se despistaban un poco para que ella pensara que se habían ido a descansar, pero hasta fot