Alexey miró a Bruno cuando su aliento era débil, y quiso que Iván estuviera presente para el espectáculo.
Le pidió a uno de los hombres cerca que comenzara a grabar, y de vez en cuando giraba para encontrarse con la mirada de Lorenzo que tenía suficiente sangre en el rostro.
—Eres un cerdo… a mí me da asco la sangre sucia… —Lorenzo rio.
—Tú eres más sádico… ¿Grabas?
Alexey alzó los hombros.
—Iván y mi hijo no se lo pueden perder… —Algunos intestinos de Bruno comenzaron a salir, y Alexey sabía la fórmula para que aún siguiera con vida…
Su boca se llenó de sangre, y en ese momento, le tomó el rostro.
—¿Sabes que es lo mejor…? Que la puta fundación será de Mila… en resumen, nuestra… y ustedes solo tendrán un fatídico accidente en Roma… aplastados por un camión, donde solo quedarán las vísceras…
Bruno se estaba ahogando en su propia sangre, y Alexey chasqueó sus dedos para que un hombre llegara con un iPad.
—Muéstrale a Marquito primero… —Marco estaba ya casi en descenso cuando no