Mundo ficciónIniciar sesiónLucía Solís había cometido muchos errores en su vida, pero entrar sola al yate de Damián Ochoa estaba destinado a ser el último.
Treinta minutos antes, había nadado silenciosamente hacia el Némesis, el yate de cuarenta metros que flotaba como una bestia dormida en las aguas cristalinas de Seychelles. El traje de neopreno negro la había convertido en una sombra bajo la luna menguante, invisible para los sistemas de vigilancia que barrían la superficie. Su entrenamiento militar, oxidado pero no olvidado, había resurgido con la desesperación de una madre separada de su hijo.
El primer guardia había caído antes de poder gritar. Lucía había emergido del agua por la plataforma de buceo, y cuando el hombre se inclinó para investigar el ruido, ella le había aplicado una llave de estrangulación que lo dejó inconsciente en quince segu







