Mundo ficciónIniciar sesiónLa sala de juntas del piso cuarenta y seis era un santuario de poder que respiraba autoridad desde cada superficie pulida. Valentina mantenía la compostura mientras observaba a los doce miembros de The Council tomar sus asientos alrededor de la mesa de cristal negro, sus rostros impasibles como máscaras talladas en mármol. Elena ocupó la cabecera con la precisión de quien había orquestado esta reunión desde las sombras.
Hermann Jr. había quedado al cuidado de una niñera en el penthouse, pero Valentina podía sentir su ausencia como un vacío físico en el pecho. A su izquierda, Diego permanecía rígido, con la mandíbula tensa y los nudillos blancos sobre la superficie de la mesa. A su derecha, Lucía irradiaba una elegancia controlada que no conseguía ocultar la tensión en sus hombros.
—Esta reunión tiene un propósito especí







