Mundo ficciónIniciar sesiónLa mañana llegó con el peso de las decisiones que cambian el curso de una vida. Diego había permanecido despierto toda la noche, observando cómo la respiración de Valentina se alzaba y descendía en el ritmo constante del sueño, memorizando cada detalle de su rostro como si fuera la última vez que pudiera hacerlo. La luz del amanecer se filtraba a través de las cortinas improvisadas de su cabaña, creando patrones dorados sobre las vigas de madera que habían sido testigo de su felicidad durante tantos meses.
Elena había llegado la tarde anterior como una tormenta que se anuncia con calma engañosa. Su presencia en la aldea sin nombre había alterado el equilibrio delicado que Diego había construido ladrillo a ladrillo, día tras día. Ahora, mientras contemplaba el rostro sereno de Valentina, sabía que ese equilibrio estaba a punto de ser destruido para siem







