UNA BUENA ESPOSA.
UNA BUENA ESPOSA.
―Termina de lavarte los dientes cariño ―Naomi le dijo suavemente a Derek.
Había pasado pasado una semana desde su matrimonio con Daniel, y esa mañana había despertado esa mañana solo para encontrar su lado de la cama vacío. De repente llamaron a la puerta. Naomi, dejó a su pequeño y abrió. Sus cejas se fruncieron cuando vio a los dos hombres seguidos del ama de llaves.
―¿Y esto?
―Es un regalo del joven Daniel, señora.
―¿Un regalo?
―Sí. Y también dejo esto para usted.
Naomi vio cómo los hombres pasaban con grandes cajas con lo que parecía ser una pista de carreras. Y el ama de llaves le entregó una tarjeta de crédito ilimitada.
―Pero…
En ese momento Derek salió del baño y sus ojos se iluminaron cuando vio la pista que iba a ser armada.
―¡Sí! Papá cumplió su palabra.
Naomi se acercó a su hijo y se agachó delante de él.
―¿Le pediste esto a Daniel?
―Sí, papá dijo que me compraría lo que quisiera.
Naomi le dio una sonrisa y luego les indicó a los hombres dónd