UN JEFE ATRACTIVO.
UN JEFE ATRACTIVO.
Cuando Natalia llegó al piso de planta ejecutiva se robó todas las miradas, la verdad era que tenía aspecto de todo menos de aspirante a asistente.
―Buenos días. ―dijo con su mejor sonrisa.
Margarita se giró y la miró de arriba a abajo.
―¿Puedo ayudarte cariño?
El tono dulce de la mujer movió las fibras del corazón de Natalia.
―Yo… vengo por el puesto de asistente.
Margarita abrió y cerró los labios.
―¿Tú?
―Sí. ―Natalia se mostró un poco nerviosa, estaba decidida a dejar el trabajo mucho antes, pero la pobre mujer no merecía su veneno, eso se lo dejaría a su jefe. ―Eh… mi padre es Gustavo Rinaldi.
Los ojos de Margarita se abrieron en cuanto escuchó el nombre, Gustavo era un accionista mayoritario y aunque no venía todo el tiempo, ella se encargaba de enviar los informes y comunicarle las últimas eventualidades, se preguntó, porque no le había dicho nada cuando hablaron.
―Bien, señorita Rinaldi, sígame la llevaré con su jefe.
Natalia siguió a Margarita po