UN HOMBRE ENOJADO.
UN HOMBRE ENOJADO.
― ¡Quítate de encima de ella!
Los ojos de Naomi se abrieron de golpe, miró hacia la puerta y lo vio.
El hombre de antes, el de los ojos azules más hermosos que jamás había visto, su mirada era aún más intensa de cerca. Y en ese momento parecía un perfecto asesino.
―Oye amigo, lárgate de aquí ―replico, el asqueroso que estaba encima de Naomi ―Ve a buscar con quién divertirte, esta es mía.
Pero el hombre en la puerta no se molestó en responder. Si no en actuar, dio un paso adelante y agarró al hombre por el cuello, quitándolo de encima de ella y tirándolo al suelo con brusquedad.
Naomi se quedó inmóvil, respirando agitadamente, todo su cuerpo temblaba y la hacía incapaz de moverse. Cuando sus ojos buscaron a su ángel salvador, lo encontró encima del hombre, propinándole varios golpes sin intención de detenerse.
Todo lo que ella pudo ver fue una ráfaga de puños y también una serie de gemidos ahogados y crujidos. En el momento siguiente había sangre en el impoluto piso