CAPÍTULO 141. Una deuda de honor
CAPÍTULO 141. Una deuda de honor
Cerró los ojos y dejó que todo aquello la invadiera.
Había sido Serena Radcliffe durante tanto tiempo que a veces, en los momentos más duros de su vida, olvidaba que ya no lo era. Dos días, se dio dos días para juntar sus pedazos, llorar todo lo que tenía que llorar y levantarse. Y si en el primer momento se había sentido al menos un poco responsable por la muerte de Grayson, luego solo le había quedado aquella sensación profunda de agradecimiento y de orgullo porque, si era verdad que se había enamorado de un hombre cruel, también era cierto que se había enamorado del hombre capaz de dar su vida para salvar a su hija.
No le sorprendió entrar al departamento de Aurelio y encontrarse allí a Percy, ojeroso y demacrado, como si hubiera pasado los últimos dos días sin dormir.
Era evidente que para los Viscontti tampoco había sido un paseo por el campo, pero al final Adriano, Renzo y Aurelio tenían algo en común, ese nivel superior de tolerancia al dolor al