Arabella esperaba afuera hablando con la Koroleva y con sus hijas. Las tres damas de honor hicieron fila para hacer la entrada con sus ramos de flores. Saskia agarró el suyo y esperó a que las hermosas mujeres bajaran y dieran la entrada triunfal.
En tanto Jerome, estaba que se desmayaba de los nervios.
Sus manos sudaban al igual que la frente, se pasaba un pañuelo negro secando las gotas que brotaba de su piel. Como padrinos estaban Kaem, Boris y... Lukas. Las damas de honor hicieron acto de presencia una a una con sus flores en las manos mostrando una gran sonrisa para todos los invitados. Franco y Jane estaban tan felices de que su sobrina mayor ya sea toda una mujer que formará su propia familia, ellos abrazados recordaron el día de su boda con nostalgia y felicidad. Arabella no cabía de tanta alegría porque a pesar de que sabía que su hija no estaba enamorada, estaba consciente de que el Capo de la mafia francesa no haría nada para lastimarla, le cogió un cariño como un hijo por