Después de ducharme fui a la conferencia de prensa con Ashley y Heather para que me tradujeran las pregunta de los reporteros. Strashimira Rabadzhieva no fue a la reunión con los periodistas.
-Es recién un primer paso en el Grand Slam, un triunfo difícil, bastante complicado ante una rival exigente-, les dije a todos.
Uno de los cronistas afirmó, mostrando su tablet, que uno de mis raquetazos había alcanzando la velocidad de 403 kilómetros por hora. -¡¡¡Eso es una barbaridad!!!-, dijo en su idioma.
-No juego para romper récords, lo hago para tratar de ganar-, dije juntando los dientes.
-¿Por qué baila tanto?-, preguntó un español.
-Me divierto. El tenis lo siento en el corazón, el alma, en todo mi ser. El primer set estuve muy entumecida y al soltarme, pude hacer mi juego y hacer lo que quiero: divertirme-, no mentí en absoluto.
Me tomaron muchísimas fotos. Posé junto a Heather y Ashley, juntando nuestras mejillas y nos divertimos mucho en medio de las risotadas de los periodis