Capítulo 104

En el aeropuerto me esperaba William rodeado de cientos de periodistas y reporteros gráficos que no dejaban de lanzarme preguntas, tomarme fotos y hacer videos. -¡Bienvenida la número dos del mundo!-, me dijo el presidente de la federación de tenis y me abrazó y besó emocionado. Yo no entendía nada y en realidad, estaba más preocupada buscando a Marcial para comérmelo a besos. Sin embargo, respondí a todas las preguntas hasta por casi dos horas. Me captaron muchísimas imágenes con el trofeo, me hicieron videos y debí tomarme un millón de selfies con aficionados, empleados, azafatas, policías y niños que por miles pugnaban, afanosos, por un recuerdo mío.

Disipado, después de mucho rato, el alboroto, encontré al fin a Marcial, sentado en una banca, con las piernas cruzadas, la camina abierta mostrando sus vellos que me llevaban al delirio, la sonrisa larga y tan varonil que me derretía como a una una mantequilla y haciendo brillar sus ojos, con los fulgores que me excitaban y obnubil
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App