Capítulo 38

Quien había entrado, era uno de los hombres de Angélica, cargaba una mesa plegable y una bolsa deportiva. Francisco se quedó inmóvil para no llamar la atención, cerro los ojos como si eso le fuese a servirle de algo, pero aquel hombre que había entrado, acomodo lo que llevaba en las manos ignorando el cuerpo atado de Francisco. Al poner la mesa sobre el suelo y armarla, Francisco supo que se trataba de un material metálico no muy resistente, pero no entendía que estaba pasando.

El hombre que recientemente había comenzado trabajar para Angélica, comenzó a vaciar poco a poco la bolsa deportiva sobre la mesa, descargo herramientas comunes, llaves de presión, martillo y clavos, destornilladores de diferentes puntas, una batería para auto, unos cables pasa corriente, agua e incluso algunos utensilios de cocina, ni el mismo entendía por qué estaba colocando todo eso ahí, pero eso le habían ordenado hacer, era una tarea simple, pero ya que era nuevo en el negocio, tenía muchas preguntas y d
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