El Fruto Amargo del Éxito
La revelación de Conan no había sido un final, sino un nuevo comienzo. El aire en nuestra casa, que la noche anterior se había cargado de dolor y de furia, amaneció purificado por una determinación férrea. Ya no éramos solo dos plebeyos luchando por sobrevivir; Éramos dos almas gemelas, unidos por un propósito más grande que nosotros mismos. La venganza. La noche en que Conan me reveló su pasado como hijo ilegítimo del Rey , mi corazón se llenó de un profundo entendimiento. No era un simple plebeyo que había encontrado su camino. Era un príncipe destronado, un lobo que había sido expulsado de su jaula, y ahora, en la oscuridad, había encontrado a su compañera para la batalla. Nuestro amor no era una debilidad, sino una armadura. Y la mañana nos encontramos listos para la guerra.
El taller, que alguna vez fue nuestra pequeña casa, se había transformado en un hervidero de actividad. El "clack-clack-clack" de los telares ya no era un sonido solitario, sino un c