La Traición de la Llave y el Mensaje en la Piedra
El plan de Conan se puso en marcha con la precisión de un relojero. La noche, con su manto de estrellas y su oscuridad cómplice, se convirtió en el escenario de una audaz traición. El guardia sobornado, su rostro una máscara de nerviosismo y de ambición, se acercó a la celda de Kaida. El sonido de sus pasos, que en otro momento habrían sido un presagio de muerte, se convirtió en la melodía de su escape.
—La princesa Isabel ha ordenado tu ejecución —susurró, su voz un murmullo tembloroso que no pudo ocultar la mezcla de miedo y de codicia—. Pero yo… te daré una oportunidad. La princesa te ha concedido un último deseo: pasar la noche en el Gran Archivo Real, un lugar de sabiduría y de paz. El verdugo te espera en el patio a la medianoche, pero hasta entonces, tienes una oportunidad.
Kaida, con su rostro una máscara de desconfianza, lo miró fijamente. Sus ojos, acostumbrados a la oscuridad, veían más allá de la mentira. —¿Por qué? ¿Por qu