“Anderson”
Cuando me detuve frente a mi casa noté que Giovana estaba nerviosa, se frotaba las manos y estaba muy callada. No pensé que se pondría nerviosa, pero lo estaba.
—Oye, fiera, ¿qué pasa? —Le sostuve la mano antes de salir del coche.
—¡Estoy nerviosa! Quiero mucho que tu mamá y tus hermanos me quieran. —Su sinceridad era algo que yo apreciaba mucho.
—¡Les vas a encantar! —Yo estaba seguro de que conquistaría a mi mamá fácilmente. Ella me dedicó una sonrisa hermosa, con los ojos brillantes—. ¿Vamos? O si no estás lista, no necesitamos entrar, podemos irnos.
—¡No! Quiero entrar. ¡Vamos! —Estaba ansiosa, pero aun así era valiente.
Salí del coche y di la vuelta, le abrí la puerta y luego tomé la canasta y las flores del asiento de atrás. Había sido muy atenta de su parte preocuparse por llevar un regalo. Eso decía mucho sobre ella. Le entregué el arreglo de orquídeas y abrí el portón con mis llaves. Y cuando entré, di un silbido, así era como yo le avisaba a mi mamá que estab