"Giovana"
Estábamos en la cocina y el pastel de pollo de la mamá de Anderson era para comer rezando. La masa se deshacía en la boca y el relleno era cremoso, fue de verdad el mejor que había comido en mi vida. La visita iba tan bien, me sentí tan a gusto, que parecía que ya conocía a Bianca y a D. Fátima desde hace mucho tiempo. Estábamos riendo cuando un muchacho un poco parecido a Anderson entró.
—¡Ah, miren quién volvió! —El muchacho habló alegre y tiró la mochila al suelo para darle un abrazo a Anderson.
—Me alegra verte, Fé. ¿Las estás cuidando? —Anderson se levantó y abrazó al muchacho, con seguridad era el hermano.
—Lo intento, Andi, pero Bi es incontrolable y mamá anda recibiendo a un amigo por ahí. —contó el muchacho y Anderson miró a su madre con reprobación.
—¿Qué historia es esa, mamá? —preguntó y la madre se sintió avergonzada.
—Es un amigo del trabajo, Anderson, una buena persona que tiene...
—Es un pretendiente, Andi. Me gusta. —Bianca se apresuró a decir y Anders