"Fernando"
Llegué al hospital y me extrañó el hombre gigante de traje negro en la esquina de la recepción, miré a Hana y tenía lentes de sol. Me paré frente a ella y la miré fijamente. Ella suspiró y se quitó los lentes, revelando un moretón y el ojo hinchado.
—Pero ¿qué fue eso? —pregunté perplejo.
—Un recuerdito de mi exnovio. Ese cretino, aunque esté preso, mandó a un amigo a darme una paliza. —reveló Hana y su voz era de pura rabia.
—Hana... Dios mío. —Ni sabía qué decir—. ¿Y quién es él? —señalé al hombre de traje en la esquina de la sala.
—Fernando, si no te molesta, el troglodita de allá me va a seguir por todos lados porque el psicópata de Rafael está enloqueciendo con el hecho de que fui agredida por un bandido en medio de la calle. —respondió Hana y no sabría decir si estaba más irritada con el agresor, con el guardia o con Rafael.
—Por el contrario, Hana, me parece excelente que tengas un guardia. —respondí y el hombre se acercó con una sonrisa amigable y me saludó.
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