"Leonel"
Quería retorcerle el cuello a Ilana, acabar con su vidita de mentirosa mediocre. ¡Tan ordinaria como su propia madre! ¿Cómo pude engañarme tanto? Yo, el engañador, fui engañado. Y tratar de matar a Isidoro había sido muy malo para mí, más aún él, que sabe demasiado y puede acabar con mi vida.
No es que en este momento necesite mucho para acabar conmigo, ya perdí el control de la empresa, perdí el control sobre Anabel, sobre Donaldo... lo único que todavía controlaba era a la puta de mi esposa, que estaba manteniendo bien controlada, pero ya me estaba cansando también.
Y ahora tuve que contratar otro abogado a las prisas porque Isidoro está en el hospital y renunció a todos mis procesos. Y ni me dejaron hablar con él para saber qué estaba pasando. Eso era pésimo para mí, porque el nuevo abogado era del tipo correcto, que no actúa por caminos torcidos y obscuros. Pero en la prisa, tuvo que ser ese mismo, al menos tenía fama de ser bueno.
—¡Leonel! Leonel, explícame de dónde