"Patricio"
Cuando mi madre decidió por nosotros que Lisandra se quedaría, me sentí extrañamente cómodo. Todavía no sabía lo que sentía, sabía que me estaba dejando seducir, pero aún no sabía qué exactamente estaba sintiendo. Pero que se quedara allí en mi casa parecía tan correcto. Pero Lisandra sabía cómo me sentía y no estaba cómoda quedándose antes de que yo estuviera enamorado de ella. Pero la idea de mi madre me parecía reconfortante, mientras que la idea de que Lisandra se fuera me molestaba.
Por supuesto que ella, no estando cómoda, fue a refugiarse en la cocina. Sabía que esa cabecita estaría dando vueltas buscando una solución, pero para mí la cosa ya estaba más que resuelta. Entonces me acordé del helado y del jarabe de caramelo, que le pedí a Wanda incluir en la lista de compras después de que estuvo en mi casa la primera vez. Eran sus favoritos, helado de pistacho y jarabe de caramelo, pero ni así se relajó. Entonces la besé y se entregó totalmente, ¡era mía y se olvidaba