"Manuela"
Flávio levantó la cabeza despacio, mirándome de pies a cabeza y sonrió. Yo estaba totalmente expuesta y abierta para él.
—Ahora tal vez te haga gritar mi nombre. —Dijo dándome esa sonrisa traviesa.
Abrió mis piernas, su cabeza bajó sobre mi intimidad y su lengua me tocó allí, donde sus dedos ya habían jugado y dejado sensible. Solo de verlo hacer esto, incluso antes de que su boca me tocara, ya estaba implorando por un orgasmo.
—Por favor, grandote, hazme llegar. —Él sonrió con mi súplica.
—¿Y mi bajita quiere llegar en mi boca o en mi verga?
—¡En ambos! —Quería su boca succionándome, tanto como quería su miembro dentro de mí.
—Tu deseo es una orden, mi hermosa bajita. Pero voy a chuparte primero, quiero sentir tu sabor, quiero probar toda esa miel que escurre de esta cosita linda cuando llegas para mí. —Y no se hizo de rogar, bajó su cabeza y cubrió mi sexo con su boca.
Estaba jadeante, tratando de sofocar mis gemidos, recordando vagamente dónde estábamos. Lamió y ch