"Flávio"
Me había quitado el peso del mundo de encima. Ya habían pasado algunos días desde que Sabrina armó ese circo en mi apartamento, después de eso dejó de llamarme. Manu y yo estábamos más unidos e incluso mi papá había dejado de exigir mi presencia en Campanário cada semana.
—¡Finalmente llegó el día! —Manu me miró hacer el nudo de la corbata a través del espejo.
—¡Hm! Y pareces estar muy emocionada por eso. —La miré de reojo, ella soltó una risita y se metió entre el mueble del lavabo del baño y yo.
—Ah, sí, estoy muy ansiosa por ver a mi novio lindo hablar por una hora sobre las maravillas de ser comisario de policía y después quedarse otra hora más respondiendo las preguntas de un montón de estudiantes ansiosos. —Pasó las manos por mi pecho y me dio un beso en la barbilla.
—Pensé que estabas ansiosa por que tu novio lindo y bien dotado te cogiera. —La abracé por la cintura provocándola con un beso detrás de la oreja.
—Mi novio es un creído, pero sí, siempre estoy ansiosa